CÓMO PUEDE LA FAMILIA AYUDAR AL NIÑO EN SU PROCESO DE ADAPTACIÓN A LA ESCUELA INFANTIL

CÓMO PUEDE LA FAMILIA AYUDAR AL NIÑO EN SU PROCESO DE ADAPTACIÓN A LA ESCUELA INFANTIL

Posiblemente sea difícil observar la angustia y los temores de vuestro hijo en los primeros días de escuela sin que dudéis si merecerá o no la pena.

También en los padres pueden aparecer sentimientos ambivalentes durante el periodo de adaptación. Por un lado la escuela infantil es reconocida como buena para el niño, y por otro, darse sentimientos de culpa por no poder cuidarle; e incluso de rivalidad con el educador que establecerá una vinculación afectiva con él, y será partícipe de sus nuevos descubrimientos y aprendizajes.

Podéis sentir desconfianza ante la separación del niño. Al fin y al cabo tenéis que dejar a vuestro hijo al cuidado de personas ajenas.

Es conveniente aceptar y tolerar estos sentimientos como naturales y humanos, evitando los dobles mensajes que a veces se da a los niños. Un ejemplo frecuente de esto, es decirles que en la escuela estarán muy bien con lágrimas en los ojos o con un evidente gesto de inseguridad. Los niños perciben todos estos sentimientos que influyen, indudablemente, en su proceso de adaptación.

Las expectativas que los padres tengáis con respecto a la escuela y la confianza en las posibilidades del niño influirán decisivamente en cómo él vaya resolviendo su proceso de adaptación.

De aquí la conveniencia de conocer la escuela y a las personas responsables de la misma. Por esto se organizan entrevistas y reuniones que contribuyan a aclarar dudas y a establecer un clima de diálogo y confianza.

Escuela y familia deben acordar, previamente a la incorporación del niño, y en función de sus posibilidades de organizarse, los criterios a seguir durante el periodo.

Establecer criterios comunes entre educadores y padres, y respetarlos ayudará a realizar un proceso claro en el que se evite la confusión y favorezca la adaptación del niño a la escuela infantil.